En las bodas se liga...

Te tenía "fichada" desde hace años.

La primera vez coincidimos en un bautizo. Me pareciste una mujer tremendamente hermosa. Por aquél entonces existían dos circunstancias:

1. Yo mantenía una relación a distancia con alguien.
2. No tenía ni idea de que "entendías".

A pesar de ello, no pude resistir el hecho de mirarte "de reojo"... una y otra vez. Sin embargo, nuestras miradas no llegaron a coincidir, ni tan siquiera intercambiamos ni una sola palabra...

La segunda vez, volvimos a coincidir en otro bautizo. Esta vez se dieron tres circunstancias:

1. Yo estaba sola, era libre.
2. Ya sabía que "entendías".
3. No creo que yo pasase aquél día muy desapercibida puesto que al coincidir el bautizo con mi cumple, me sacaron (a la vez que se escuchaba la música de "Cumpleaños Feliz") un pedazo de tarta de manera especial para mí...

Volví a fijarme en ti como mujer. Sin embargo de nuevo... ni una mirada, ni una palabra...

Así que (como ya te dije), hicieron falta no un bautizo, ni dos... sino además una boda para que casualmente surgiese cuanto menos un acercamiento entre tú y yo.

Hace poco más de una semana, al fin te sentaste a cenar a mi lado, compartiendo el amor de tu hermano y mi gran amiga... Y surgió mucho entre nosotras. Conversaciones interesantes, miradas, risas, regalos ingeniosos y que aparentemenete no decían nada pero que para ti y para mi denotaban mucho (como aquella mariquita de chocolate...).

Tuviste que desaparecer relativamente pronto de la boda debido a que ibas de "taxista" de tus padres, pero mi euforia de ese inesperado pero su vez ansioso primer contacto entre ambas, provocase en mí más ganas de ti...

Y a pesar de mis miedos, después de mucho tiempo me quité esta coraza, me armé de "valor" y conseguí tu teléfono (con el debido "cachondeíto" de mis amigos/as, claro está...)

Y tus mensajes se volvieron cómplices a los míos... Y todo se volvió en cuestión de segundos inexplicable... Y volví (vuelvo) a tener ese gusanillo que desearía se convierte en mariposa.

En cualquier caso, pase lo que pase y siguiendo el consejo de buenos y buenas amigos y amigas intento aprovechar este momento, más bien MOMENTAZO...

No importa cómo empiece o termine esto, sencillamente gracias por volver a hacerme sentir tan bien.

Sólo existe una persona a la que le ha sentado mal este hecho. Tan mal le ha sentado que ha decidido retirarme la palabra (al menos por un tiempo). A pesar de haber hablado con ella sigo sin entender su actitud. Pero bueno, no me queda otra que respetar a esa persona y desear que todo le vaya bien. Yo (tal y como suele decirse) no soy dueña de mi corazón. En verdad nadie lo es. Y desde aquí que me lee (bueno, eso creo... que me lee), me gustaría decirle que creo que como "amiga" ha obrado mal en este sentido y estas serán mis posiblemente últimas palabras hacia ella.

En fin... Y para terminar este post desearle a mi amiga "Piiiiiiiiii" mucha suerte, ella sabe porqué... ;)