miércoles, 17 de julio de 2013

¿Cierre de Blog?

No quiero actuar por impulsos, pero sí puedo permitirme pensar por impulsos.

Llegó la hora.

Mi corazón ha sido esposado junto al de mi progenitora, y las llaves de esas esposas sólo podré encontrarlas cuando ésto que ha empezado, termine...

Y mi mente anda colapsada, desorientada, desordenada, bloqueada...

Pero... ¡Ay mi alma! Que no sé ni dónde está, pero la siento rota, más rota que nunca, en pedacitos de unas dimensiones tan milimétricas que es imposible  reconstruir.

Y precisamente por eso. Porque no quiero actuar por impulsos no cierro el Blog, pero sí me pregunto y reflexiono sobre si tendría que hacerlo, porque al fin y al cabo, ya no existe inspiración, y la poca que hay es para expresar negativismo y pena.

¿Acaso eso tiene sentido?

Sé que la gran mayoría me diréis que no lo haga. Que permanezca aquí, pero en ocasiones, "estar por estar" no nos lleva a ningún lado.

Puede que cierre. O puede que sencillamente me tome unas "vacaciones". No lo sé, todo se verá...

De momento, hoy, sólo alcanzo a ver la tristeza más extrema y la toma de decisiones quizá tan "absurda" como ésta, se me hagan demasiado complejas.








martes, 9 de julio de 2013

Un 7 de julio (San Fermín) para no olvidar

Obviamente, no estoy aquí para hablar de toros, ni de chupinazos, ni de piques de banderas. Estoy aquí (como casi siempre), para hablar de la vida en general.

Es curioso. Un 7 de julio de 2010, San Fermín (justo hace tres años), fui obligada...digamos a... cogerme unas pequeñas vacaciones.

Sí, hace justo tres años decidieron relajarme en la mesa de un quirófano. Desmontaron mi tabique nasal, accedieron hasta mi silla turca (hueso que en teoría todos tenemos en la cabeza), lo taladraron y me extirparon un maldito tumor.

Desperté en la UCI, donde pasé la primera de muchas noches, en una "suit" compartida con gente que por lo general estaba mucho peor que yo. No tenía hambre, pero sí mucha sed. Para hacer las noches más "guais" me dejaron probar la morfina. ¡Era la hostia! Y hasta asistí sin querer al espectáculo de la Santa Unción.

Inmovilizada en la cama, totalmente desnuda, cubierta sólamente por una sábana, dejaba que me pusieran la letrina cuando tenía que hacer mis necesidades, de la misma manera que cada día te lavasen de los pies a la cabeza. No tenía tele, ni Internet, ni móvil, ni reloj. De hecho, ni tan siquiera sabías con certeza si era de día o de noche. Y eso por no hablar de las súper controladas y limitadísimas visitas por parte de los familiares (ya sabéis cómo funciona ésto). Fue duro, pero sobre todo raro.

Y cosas de la vida. Hoy, justo tres años después (puede parecer mucho o poco tiempo según desde la perspectiva en que lo mires), me he comprado un vestido muy cuco para acudir en unas semanas a la boda de una de mis amigas, también hemos estado ultimando cosas para la despedida de soltera que es este sábado (como véis me espera un julio de aúpa). Apenas ya nadie tiene que cuidar de mí, sino que más bien soy yo quien cuido de los demás (como de mi madre, por ejemplo). No tengo un trabajo fijo aunque siempre surgen algunas cosillas "en negro" y tengo proyectos en mente. Soy tía de una encantadora niña de año y medio y resulta de que antes que termine el año volveré a serlo y ¡esta vez de un niño! Y quizá en agosto o septiembre haga una escapadita. ¿Por qué no a Lleida por ejemplo para ver a una buena amiga?

Y llegados a este punto, me pregunto: Pese a mis secuelas (porque aún las tengo y muchas), al fin y al cabo no es tan malo el balance de estos tres años, ¿verdad?

¡Feliz semana a tod@s!

miércoles, 3 de julio de 2013

La mejor opción

Ayer, alguien me dijo que le 
pellizcase el culo a la vida, que lo tiene muy muy muy duro...
Y eso es lo que voy a hacer.
Sí...
Es la mejor opción.