miércoles, 29 de febrero de 2012

Señoras mayores que te joden el día...

Estaba yo esta tarde-noche en mi portal esperando. De repente, entre el vacío de las calles y la oscuridad de la noche aparece una señora mayor. Me oye "toser", pero sólo toser un poco (todos tosemos de vez en cuando o estornudamos sin tener que estar enfermos), entonces dicha señora se dirije a mí:

S- Ayyyy hija mía, qué mal tiempo! Todo el mundo está resfriado!
Yo- Es verdad, parece que sea época de ello.
S- (Agarrándose a la bufanda que llevaba atada al cuello). Yo estoy fatal, el otro día estuve en el médico y me tuvo dos horas.
Yo- Vaya! Mientras se lo haya solucionado...
S- Me dio un montón de medicamentos encima hija mía... estoy sola! Bueno,tengo un hijo que el pobre viene cuando puede, pero estoy sola...
Yo- Y le da un poco de miedo...
S- El otro día fui a Mercadona y me tuvo que traer a casa una chica.
Yo- ¿Qué pasa? ¿No se encontraba bien del resfriado?
S- La tensión hija, la tensión... Ten cuidado, yo soy mayor, tú joven, pero eso ya da igual. No hagas comidas pesadas, mucha verdura, mucha. Ademas, te veo con unos kilos de más....
Yo- ( Entre ganas de llorar y ganas de cogerla del cuello). Señora, si estoy así es porque he estado enferma... ENFERMA!!!!! Entiende? (Mientras cojo el móvil, me retiro de ella y hago que voy a llamar a alguien).
S- (Cortadísima) Pues eso, cuídate hija, cuídate...
Yo- Igualmente señora... (con cara de asesina en serie).

´Dos cosas:

1. Qué fácil prejuzgar a las personas.
2. Luego dicen de la juventud, pero los mayores suelen ser los menos educados del universo.

Es muy fácil hacer daño, sí, es sencillo hasta que te afecten cosas de personas que ni conoces, pero... a tomar por culo!

lunes, 27 de febrero de 2012

Cambios y reflexiones varias

El jueves quise morir cuando a las 9 de la mañana y mientras estaba tan bien en mi cama me sonó el teléfono móvil que estaba en la mesita de noche. Lo cogí, lo miré entre pereza y desprecio. Era un número que no conocía. Estuve en un tris de pasar pero... finalmente lo cogí. Y menos mal!

Gracias a esa llamada, a mi resignación por responder,  en unos días vuelvo a emprender una nueva etapa laboral. De nuevo volvió a suceder lo que pasó hace meses: no tenían mi currículum (ni me lo han solcitado a día de hoy), en verdad ni buscaban a alguien!!! Por eso, cada vez me doy más cuenta que el "boca a boca" tiene más importancia de la que creemos.

Así que aquí estoy. Dispuesta a dar lo mejor de mí para durar el máximo tiempo posible y que la empresa se lleve un buen sabor de boca. Creo que estoy cualificada para este trabajo y pienso demostrarlo. Veremos  a ver qué pasa, independientemente de eso... ganas no faltan.

Y cambiando un poco (bastante) de tema reflexiono y hay cosas que no entiendo. Vamos a ver... si tú empiezas una relación de amistad con una chica, con la que te llevas súper bien, con la que hay supuestamente cariño,complicidad, comprensión, horas de charla, interés la una por la otra de su vida cotidiana, etc... ¿Por qué cuando eso se convierte en un "algo más" por su parte y sea por lo que sea NO puede ser cambia radicalmente de actitud contigo?

¿Por qué?

Entendería que si mi NO le doliese pudiese existir un alejamiento, pero ese alejamiento no implica un cambio de defensa, de pasotismo e incluso a veces de desprecio por su parte...

No lo entiendo. Ni alcanzo a entenderlo. Pero bueno, lo que sí sé es que tengo la conciencia bien tranquila y de momento, a día de hoy, eso no me lo va a quitar ni ella ni nadie. Pienso que si empieza una amistad, pase lo que pase prevaleve esa amistad por encima de todo si no pasa nada grave, pero al parecer hay gente que no lo ve así.

Ya aprendí una vez. Y lo que aprendí es la lección de que hay que ser sincera pase lo que pase. Y os aseguro que eso lo llevaré eternamente clavado en mi corazón y en mi mente. Porque al fin y al cabo la aprendí gracias a una persona que fue (y seguirá siendo) maravillosa.

lunes, 20 de febrero de 2012

Mala época

Es mala época.

Mala época para empezar, mala época para acabar. Mala época para ir, mala época para venir. Incluso mala época para quedarse.En definitiva mala época.

Y es que a pesar de prácticamente haber dejado la tan nombrada ola siberiana y de que asome allá en el horizonte la cercanía de la primavera, yo parece que, año tras año, tenga síntomas de marchitación en esta época. No llego a terminar ese proceso de marchitación jamás, pero las fases por las que he de pasar sí o sí, consiguen que mi vida penda de un hilo durante estas fechas de una rama insignificante, frágil, seca, pero para mí fundamental...

No os confundáis, no es cuestión de fechas memorables o inmemorables, sino cuestión de resentimiento de salud.

Y nada me anima. Y todo me agobia. Y muy a mi pesar echo más de más que de menos. Y paradójicamente tengo la necesidad de estar sola. Pero a su vez esa soledad me aterra. Y no hablo de amor, ni tan si quiera de amistad... sino de simple sociabilidad.

Y mis días se vuelven grises. Mis pulsaciones se aceleran. Mis planes se emborronan. Y me pasaría 24 horas durmiendo, ajena a la realidad a pesar de mis verdaderas ganas de vivir. Y lo que puede ser un evento festivo o quizá súper festivo (como el que he tenido este sábado de una persona muy especial para mí desde hace al menos unos 12 años) se convierta en un auténtico calvario.

Pero tristemente no puedo hacer nada. Esperar a que pase gastanto de la poca gasolina de voluntad que pueda quedarme en la reserva. Y caminar cuando tengo ganas de estar tumbada. Y comer cuando en verdad vomitaría todo lo que haya comido desde el mes pasado. Y abrir las persianas de par en par pese a querer estar a oscuras. Y sonreir aunque lo que más desee sea llorar.

Pues eso. Lo que digo: esperar.

Y hacerlo mientras escribo todo esto que supongo casi nadie entenderá, eso en el caso de que alguien lo lea...

Feliz lunes!