miércoles, 27 de marzo de 2013

Insociable sociabilidad




La juventud bebe para sociabilizarse. Eso es un hecho.

Pero… ¿Alguna vez os habéis parado a pensar en las comidas (a modo de ritual) que nos marcamos a menudo?

Que si te juntas con la familia para celebrar la Navidad.

Que si cualquier sábado sales de cena con los amigos o te vas un domingo a hacer una barbacoa.

Que si cenas de clase. Que si cenas de empresa. Que si cumpleaños. Bautizos, comuniones, bodas, despedidas... Cualquier excusa es buena.

Todo este tipo de reuniones giran en torno a una mesa repleta de manjares. Y a través de la comida sociabilizamos también.

Llevo unos meses a dieta estricta a causa de mi enfermedad. Estoy obteniendo (de momento, buenos resultados), pero me doy cuenta de que muchas veces evito acudir a ciertas citas por no salirme del “menú” y jorobarla.  Y cuando voy, si es en un restaurante, suelo pedirme algo tipo ensalada, o si en que casa de alguien hasta tengo la fuerza de voluntad de llevarme mi Tupper. Y… ¡No sabéis lo horroroso que resulta estar comiéndote un poco de merluza a la plancha y una manzana, mientras los otros se ponen ciegos de colesterol y azúcares! Y ya no es sólo la envidia o la gula del momento (porque en verdad no paso hambre) viendo todos esos platos, es que socialmente hablando, en esos momentos te sientes un bicho raro, que no puede hacer lo que los demás.

De ahí lo de “insociable sociabilidad”.

Necesito sociabilizarme pero a veces no puedo. Y cuando lo hago, llego a casa con ganas de insociabilizarme por un tiempo.

Es el pez que se muerde la cola.

Pero es lo que hay.

Por cierto, este pasado sábado hice noche cinéfila sacando dos pelis del videoclub deprisa y corriendo porque cerraban.

- Por un lado "Bon appétit" de David Pinillos. Recomendable 90%. Lo mejor la BSO (tal y como ya me anunció mi "amor platónico" desde Ecuador, donde se encuentra por temas de trabajo) al anunciar los nombres en mi facebook justo antes de verlas.




- Por el otro "El niño pez" de Lucía Puenzo. Recomendable -90%. Infumable. Culebrón argentino llevado a la gran pantalla. Reconozco que la cogí sencillamente porque abordaba el tema lésbico. Ahora me arrepiento. 


Y con esto y un bizcocho (bueno, en verdad una infusión), espero que vuestra entrada de semana vaya estupendamente.

jueves, 21 de marzo de 2013

Miedo


Siempre he pensado que no hay más miedo que tener miedo.
Sin embargo, hoy, me doy cuenta de que hay algo peor:
sentir miedo de que alguien (como tú) tenga miedo al  miedo...

Has entrado en una especie de tornado causado por tu dejadez y por la edad,
y cada vez más
no sabes ni en qué día vives, ni qué hora es, ni tan siquiera sabes dónde estás,
Tus recuerdos han terminado a través de esta catástrofe a cientos de kilómetros
y tu hoy se convierte en un infierno por el temor al mañana.

No creo ser capaz de quitarte esa cadena que te ata
no es que no quiera, es que no sé.
Sólo puedo asegurarte y PROMETERTE que 
aunque no sepas cómo, cuándo y dónde estés,
yo  pienso juntar todas mis fuerzas para intentar que... jamás,
pero jamás, NUNCA olvides con quiénes estás:
con nosotros,
tu familia,
los de siempre,
los que te queremos y te querremos siempre. 

Eres la mejor, madre.




martes, 19 de marzo de 2013

Atropellada por un camión


¿Alguna vez habéis sentido tal cansancio que pareciese que hubieseis sido atropellad@s por un camión?

Pues de esta manera me siento yo.

La "boda", que empezó así,  entrecomillas y que quisieron enfocarla desde un principio como un mero acto burocrático a través de un par de firmas y una comida familiar, finalmente desembocó en una especie de "boda gitana". Tres días sin parar que os resumo aquí:

- Viernes: Cita de los novios junto con los testigos y los más allegados en los juzgados, donde se pronunció el típico "sí quiero", donde hubo intercambio de alianzas, donde a la salida hubo traca y arroz, donde fui la elegida para ser la receptora del ramo (aprovecho la ocasión por si alguna quiere proponerme matrimonio :p) y donde por supuesto (es que somos la rehostia) tuvimos ciertos "problemas" que ahora son meras anécdotas con un guardia civil. Después, comidita al canto y tarde de parque con l@s niñ@s.

- Sábado: Recepción de los familiares procedentes de mi pueblo natal. Tí@s, prim@s, hij@s de prim@s... Terminando a las tantas de la noche y después de una merendola-cena brindando con cava y observando cómo mis padres al són de que "se besen los padres del novio" mezclaban sus lenguas e intercambiaban fluidos, jajajaja. (Con perdón) ¡Puagggg! :)

- Domingo: Madrugón del quince, ducha, desayuno, peinado, vestido, maquilladora a domicilio, ida a casa de los novios para verlos salir. Otra vez traca y arroz, y aplausos. Coche con destino al complejo donde daban el convite, un lugar paradisíaco. Mini-repor de fotos (por mi parte) de los novios por los alrededores. Por cierto, qué sosos, no hay quien les haga posar...  Piscolabis en terracita de pie, con aperitivos exquisitos. Luego comida en un salón espectacular, yo sentada en la mesa "presidencial" que no "nupcial" (tonterías de los recién casados), comida alucinante, piñata para los niños, regalos para los adultos y en definitiva un día extraordinario. ¡A la mayoría de mi familia por A o por B llevaba más de 4 años sin ver!

Así que ya los tenemos casados. Y os aseguro que bien casados. Que a este paso, lo que iba a a ser una simple firma se ha engrandecido tanto, que me da que a este paso hasta nos llevan de "luna de miel" con ellos, jajajaja.

En fin, y ahora contenta de que todo haya salido tan bien, y cansada (pero de estos cansancios que sabes que son provocados por haber aprovechado cada instante), toca volver a la normalidad, a la rutina. Eso sí, con una sonrisa siempre.

Por cierto, mi cumpleaños fue genial. Muchísimas felicitaciones. Algún que otro regalito. "Soplada" de velas, pero lo mejor, sin duda alguna, fue la tarde con mi sobri. Es la mejor. 

Gracias a tod@s también por vuestras felicitaciones.

Espero que hayáis empezado bien la semana. ¡Seguid así!









lunes, 11 de marzo de 2013

Mi cumple, tu "autógrafo" y nuestro gozo


He pasado un finde flojilla de ánimos. También incluyo el día de hoy lunes. Ya sabéis, lo que os contaba de mi mala época... Febrero y marzo me matan...

Sin embargo, no me queda otra que espabilar desde YA puesto que me espera una semana ajetreada a la par que especial.

Por un lado (y lo menos importante) es que mañana martes 12 es mi cumpleaños. Sí, me hago un poquito más vieja, pero a la vez más experimentada, más sabia, más fuerte y algo más loca. Y doy gracias por seguir aquí un año más, porque aunque a veces me queje... ¡me encanta vivir!

No pienso hacer nada especial mañana, salvo comprar una tarta con la única intención de que mi sobri de 14 meses intente ayudarme a apagar las velas y a pedir un deseo. La celebración familiar y habitual en el restaurante tendrá que retrasarse, ya que uno, o más bien dos han "eclipsado" mi día.

Pero lo cierto es que no me importa ya que esa especie de dejar en un segundo plano mi cumple, es por una buena razón.

Después de años de convivencia y con una hija de por medio mi hermano se nos casa.

El viernes echarán el típico "autógrafo" en los juzgados. Después, los "allegadísismos" saldremos a comer por ahí. El sábado recibiremos a más de 40 familiares (no soy de donde vivo), y el domingo disfrutaremos todos de una comida-banquete y una súpermegahiper reunión familiar en un entorno precioso.

Ojalá todo salga bien. Y ojalá yo esté a  la altura de las circunstancias. Creo que va a ser uno de los días más especiales de la persona más especial de mi vida (mi hermano), así que la ocasión requiere del máximo esfuerzo por mi parte.




jueves, 7 de marzo de 2013

Tres años sin ti...


Hoy es una de esas fechas que no “gusta” recordar, pero que irremediablemente no se olvidan. Un 7 de marzo como hoy, pero de 2010 (hace tres años), acabó nuestra relación. Una historia de cerca de  dos años de duración que fue mágica.

Tres años sin ti, sin mi “niña”, sin mi “Peace”, sin mi “lover” (como acostumbrábamos a llamarnos la una a la otra).

Mi propósito en este post (y espero ser capaz de conseguirlo), no es hablar desde la tristeza sino desde el recuerdo más optimista. Porque si debo derramar alguna lagrima escribiendo todo esto quiero que sea de emoción, no de pena.

Nuestro final fue un tanto fortuito. A veces, la vida en general o algunas circunstancias en concreto nos atan en cierta manera de pies y mano y  nos vencen de la peor de las formas: haciéndonos ver que a veces sólo con quererse no basta.

Y nos quisimos. ¡Ya lo creo que nos quisimos! Yo estaba loca por ti y tú por mí, y ese sentimiento recíproco era tan grande que me sentí la persona más afortunada y feliz del mundo. Porque amar es un privilegio, pero ser correspondida con la misma intensidad es casi un milagro.

Me encantaba cuando me insistías en lo guapa que yo era (“yo sólo estoy con gente guapa”, me decías). Adoraba la manera en la que disfrutabas de mis platos culinarios. En cómo te adaptabas y por ejemplo veías Gran Hermano en lugar de leer que era lo que realmente te apetecía por el simple hecho de hacer algo conmigo. En las idas a tu casa. En las venidas a la mía. En cómo me agarrabas fuerte de la mano en un momento “malo” (como cuando nos quedamos atascadas entre la multitud en Chueca el día del Orgullo). En cómo me cuidabas cuando estaba malita (como aquella noche en tu casa que yo no pegaba ojo por la tos, que tampoco te dejaba dormir a ti y que terminó a las 7 de la mañana con las dos sentadas en el sofá con la manta mientras me abrazabas viendo el musical de “La Bella y la Bestia”). Adoraba tus visitas sorpresa al que por aquél entonces era mi despacho, a las comidas rollo “pic-nic” que nos montábamos allí mismo con musiquita y todo. Tus locuras de citarme en un sitio y a una hora sin saber muy bien cuál era el plan y de repente encontrarme por ejemplo en un teatro cerrado disfrutando de Amaral. Nuestros viajes a Teruel, a Madrid, a Zaragoza. Conocer a tus amig@s y ser una más, y tú sentir lo mismo con l@s mí@s. En nuestras salidas a nuestra discoteca de ambiente favorita y aprovechar los lugares oscuros para dar rienda suelta al morbo y la pasión y darnos “el lote” como si nos acabáramos de conocer.

Creo que fue acertado salir del armario casi a la vez para nuestras familias y mientras estábamos juntas.

Y por supuesto es un honor haber sido la primera mujer con la que viviste tu primera historia de amor. A tus 33 y gracias al hecho de conocernos confirmaste tus sospechas.

Tres años en los que me han pasado muchas cosas, algunas mejores y otras peores (supongo que igual que a ti). Y en cierta manera me alegro de la ruptura en el sentido de que no hayas que tenido que pasar a mi lado cosas malas que te hubiesen dolido en el alma, pero que a la vez me joroba porque no hayas podido disfrutar de las buenas. (Y viceversa).

No sé cómo te irá la vida, pero por supuestísimo deseo que te vaya fenomenal. Ojalá seas feliz, muy feliz, porque te lo mereces y tú lo sabes.

Perdona si alguna vez te hice daño. Gracias por compartir conmigo cada uno de aquellos momentos. Eres la persona a la que más he querido sin lugar a dudas, es más, a día de hoy sigo queriéndote, aunque de otra manera, claro está. Sigue siendo tan maravillosa como siempre. Eres la magia personificada.

Y para terminar, después de estos tres años, voy a quitarle el luto a una de las canciones que más escuchábamos por aquél entonces y que desde nuestra ruptura jamás he vuelto a ponerla.

Por ti, por mí, por lo que vivimos. Por lo que me hiciste aprender y que ya nunca olvidaré.

Cuídate “lover”.




sábado, 2 de marzo de 2013

Perdiendo el juicio


Hoy he tenido noticias de mi amiga Elba (a la cual de paso saludo ya que de vez en cuando se pasa por aquí) ,y nos hemos puesto un poco al día la una de la otra.

Tanto ella, como otras chicas, tuvimos una temporada de "chateo" interminable. Podía amanecer y seguir conversando y conversando y conversando en "nuestras" salitas de CHICAS. Fue una buena época pero un tanto loca e incontrolable. De hecho, ya utilizábamos el "Skype" como after, jejeje. Lo peor venía al día siguiente, que tras tanto trasnochar no había "Dios" que nos levantase de la cama.

Pero bueno, como casi todo, aquello llegó a su fin. De algunas a día de hoy sé más, de otras menos y de unas pocas nada de nada y viceversa.

Con Elba suelo comunicarme a base de mails. Y ha sido precisamente por un correo electrónico por lo que me he enterado de cosas de las otras chicas. Y entre tanta información, he llegado a una "sabia" conclusión:

No me extraña que estemos en la situación en la que estamos y es que ¡se está llevando a cabo una operación masiva de pérdida de juicio en toda regla!

Y es que...

¡Conozco a mucha gente a la que últimamente les están quitando las muelas del juicio o están en proceso!

Una compi de la uni está barajando con los médicos esa posibilidad, una de mis amigas de mi pandi ya tiene fecha para este próximo día 13 de marzo, y una chatera (fuente de Elba) ya ha pasado por ello.

¡Así nos van las cosas! :p

Jajajaja.

En fin, y ahora fuera de bromas y evidentemente tras la noticia, he estado WhatsAppeando esta noche con esa chatera operada y ya por suerte recuperada y consecuentemente poniéndonos también un poco al día la una de la otra. Casualmente el finde pasado estuvo por mi tierra (justo cuando más frío hacía), pero con el tiempo justo y algunas obligaciones (de ahí que ni me avisase). Pero ya hemos quedado que a la próxima (suele venir bastante por aquí), toca quedada y cafelito.

Y bueno, decir desde aquí que si hay alguien que se ha operado o se va a operar de las dichosas muelas se manifieste para hacer más contundente mi manifiesto.

Lo cierto es que me ha vuelto a la cabeza el día que me operaron a mí. Lo resumiré de la siguiente manera: el cabrón de mi hermano se dedicó a hacerme fotos con mis mofletes súper hinchados, la anestesia consiguió que cuando despertase no parase de hablar y de hablar y de hablar, que me recomendaron un "artilugio prehistórico" para calmar el dolor y la inflamación (dos botellines con hielo puesto cada uno en un moflete y sujetado con una venda desde la barbilla a mi cabeza donde terminaba en un lindo lazo), y del odio que cogí a los purés y las natillas. ¡Cosas de la vida!

Y nada, que aunque tenga la regla y la odie... ¡Soy y estoy feliz!

¡Buen fin de semana a tod@s!