viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Adulta tonta animada por niña lista?


Llevo una temporada, quizá unas cuantas semanas largas sintiéndome algo mal tanto física como psicológicamente. Por decirlo de alguna manera con la intención de que lleguéis a comprenderme, es como si me faltasen pilas, energía. Me siento cansada a todas horas, tengo muchísimo más sueño de lo normal y sin embargo duermo peor. Y lo llevo achacando que si al tiempo (que si hoy hace un sol espléndido, mañana está nublado y pasado cae una tormenta de aúpa), o a alguna especie de virus de éstos que corren de unos a otros en esta época del año sin piedad y nos hace tener mal cuerpo, o quizá no sé, simple enfiriamiento...

Cualquier persona que esté leyendo ésto ahora y tenga dos dedos de frente hará uso de la lógica y se preguntará: ¿y por qué no vas al médico, chiquilla?

Pero lo cierto es que hace menos de un mes, me sometí a una analítica absolutamente completa debido a las revisiones rutinarias que voy teniendo con respecto a mi enfermedad. La verdad es que para estar como estoy, puedo decir que a rasgos generales estoy sana sanota. Sin embargo, de repente y sin avisar, ha aparecido algo en la analítica alterado,  algo sospechoso, que en el caso de confirmarse, será un diagnóstico de una nueva enfermedad, que no es grave pero si se junta con lo que ya de por sí tengo encima puede ser cuanto menos respetable, porque sería algo que en lugar de ayudarme me perjudicaría más.

Y quizá mis síntomas físicos son debido a ello, y probablemente mis desánimos vienen dados por esa incomodidad causada por esas distorsiones físicas. No sé, supongo que es como el pez que se muerde la cola.

La verdad es que tal y como os he comentado, estoy tan súmamente desganada que he hecho últimamente muy pocas cosas.

- Escribir más a menudo en el blog porque me sirve de terapia, y si de paso me encuentro con algún que otro comentario pues entonces ya ni os cuento lo fructífero que resulta para mí.

- Retomando mis tiempos de "cocinera dicharachera", hace un par de domingos cociné este pastel (ver foto superior) de berenjena con queso, jamón york y mermelada de tomate. Yo sólo probé un bocadito. Estaba de muerte, pero lo repartí entre la familia, y bueno, a su vez maté algo de tiempo muerto.

- Por supuesto sigo creando una buena marca de mi silueta en el sofá.

- Me he hecho más experta (aún si cabe) en temas del corazón. Por cierto Belén Esteban reaparece en teoría el vierne 30 en el Deluxe tras unos meses apartada de la televisión.

- He empezado a ver las típicas pelis de sobremesa que suelen echar los fines de semana, pero que han empezado a poner algunas noches en el canal "Divinity" donde todas comparten la misma temática: la Navidad.

- El sábado asistí a una cena de chicas. Una cena con mis chicas (mis amigas). Celebramos el cumple de una de ellas, y con esfuerzo, mucho esfuerzo acudí a la cita. Como siempre a última hora estuve a punto de decir que no, pero finalmente fui valiente. Un chinito y una copita en un pub. Y aunque al día siguiente parecía como si un camión me hubiese pasado por encima, mereció la pena.

Pero probablemente lo más sencillo y a su vez más bonito que me ha ocurrido en éstas últimas semanas tiene que ver con mi sobrina.

Imaginaos la escena. Mi padre, mi madre y yo sentados en un banco del parque. Ella frente a nosotros en su carrito. Yo más seria de lo normal. Estando allí pero sin estar. Queriéndola como la quiero pero sin decírselo. Ajena inconscientemente a las canciones que cantaban, a lo guapa que iba, a disfrutar de la pequeña de la familia.

Y no sé si fue coincidencia o instinto. Pero llegado un momento, la niña no paraba de fijar su preciosa mirada en mí, única y exclusivamente en mí, ignorando también el resto de su alrededor. Me sonreía y de vez en cuando conseguía hacerme sonreír a mí. Pero se ve que le pareció poco, así que la muy granuja, manteniendo esa mirada fija decidió provocarme. Y lo hizo soltando una carcajada directísima a mí. La primera vez me hizo algo de "gracilla", pero la condenada (con 10 mesecitos que tiene), siguió insistiendo en su propósito hasta que consiguió y además sin ningún tipo de sobreactuación por mi parte, que me diese un ataque de risa. Y contra más me descojonaba, más lo hacía ella, y así y así y así una y otra vez hasta que la cita terminó.

¿Creéis que niños tan pequeños pueden sentir la tristeza o la alegría de una pesona cercana? En cualquier caso, aunque la respuesta fuese que no, la coincidencia de esa provocación hacia mí me alegró al menos por unas horas. Pero me quedé flipada, eso es lo cierto.

¡Feliz viernes!








9 comentarios:

  1. Los niños intuyen sin duda el ánimo de quienes les rodean...¡bravo por esa pequeña! ANIMO y un besote para ti

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿De verdad lo crees? Jo! Es que ya no sé si era una peli mía...

      Gracias por los ánimos guapa y otro besote para ti!

      Eliminar
  2. Creo que los peques tienen desarrollados mas sentidos que los adultos (los vamos perdiendo a medida que crecemos).

    Animo grandullona

    Ya se que escribo poco pero no me siento con ganas ni animo de escribir.
    Lo único es que trabajo, estudio, ya he terminado un curso que hacia los fines de semana, que Hetero esta bien pero que no tenemos nada y que yo voy tirando como una campeona viviendo en casa de mis padres...

    TRUE ][...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida amiga True!!! Me alegra infinito tener noticias tuyas!

      Gracias por los ánimos y... anímate tú también. Escribe cuando recuperes esas ganas que espero sea pronto y si no mientras tanto, escríbeme a mí algún parrafillo como hoy para saber de ti que me da mucha alegría.

      Cuídate!

      Eliminar
  3. Dicen que la risa es la mejor de las medicinas.
    Esa sobrina tuya, deberías contratarla de doctora particular.

    Yo creo que todos los seres vivientes notamos los estados de ánimo de lo que nos rodea. Lo que pasa es que los adultos hemos aprendido a lo largo de la vida a ser indiferentes, y a disimular lo que sentimos (por desgracia).
    Bueno, unos más que otros, está claro.

    Nos seguiremos viendo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ainssss querido Rojo Merlín... Quizá lo ideal sería no crecer. Para guiarnos por meros instintos, para que nada ajeno contamine nuestras sensaciones y sentimeintos en nuestro hábitat humano con respecto a los demás. Para no disimular, para no disfrazarnos, para no ser indiferentes, para ser pura esencia... Para no sufrir, al menos aquellos que como yo, hemos tenido una infancia absolutamente feliz...

      Lo malo es que es imposible.

      Y sí, comienzo a pensar que mi pequeña sobrina se ha convertido en cierta manera en mi terapeuta particular.

      Bienvenido a mi riconcito. Un saludo.

      Eliminar
  4. Yo también creo que los pequeños pueden "detectar" el ánimo de los demás. Quizá por aportar algo científico, los bebés, incluso en el vientre cuando aún no han nacido, pueden verse afectados si los latidos de la madre se alteran. Los olores, las hormonas, el tono de nuestras palabras, cómo los tocamos... Todo nos delata, así que puede que haya épocas de la vida en las que no nos entiendan con palabras, pero está claro que pueden llegar a hacerlo de otras formas.

    Espero que poco a poco vayas recuperando fuerzas. Te queremos a tope por aquí.

    Un beso enorme.

    PD: Sí, últimamente estoy super nocturna. De hecho, quería invitarte a intercambiarnos los Facebooks o cualquier cosa por si te apetece hablar algún rato... En el mail que tengo en la barra laterla del blog me puedes escribir cuando quieras. Me encanta hablar hasta las tantas... Ahí lo dejo. ;)

    ResponderEliminar
  5. madremia que pinta tiene esa foto.... lo de la prkeña, es todo una soletee!!... y claro que notan si estas desanimada y si encima tienen el DON de intentar cambiarlo, dejate!!!.. jejejeje, esque los sobrinos son para comerselos, lo sabias!!!

    bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias miotrawoman.¿Sabes algo? El sábado tuve comida familiar donde por supuesto la peque estaba presente. Antes de acudir a la cita, puse en mi estado de Facebook: "Hoy toca comida familiar, yo ya he elegido mi menú: comerme a mi sobri a besos".

      ¿Sabes qué pasó? Que para sorpresa mía la que me comió a besos fue ella!!! Bueno, en verdad de momento te babea y rechetupetea toda la cara, pero es que está aprendiendo!!!

      Un beso!

      Eliminar