lunes, 27 de febrero de 2012

Cambios y reflexiones varias

El jueves quise morir cuando a las 9 de la mañana y mientras estaba tan bien en mi cama me sonó el teléfono móvil que estaba en la mesita de noche. Lo cogí, lo miré entre pereza y desprecio. Era un número que no conocía. Estuve en un tris de pasar pero... finalmente lo cogí. Y menos mal!

Gracias a esa llamada, a mi resignación por responder,  en unos días vuelvo a emprender una nueva etapa laboral. De nuevo volvió a suceder lo que pasó hace meses: no tenían mi currículum (ni me lo han solcitado a día de hoy), en verdad ni buscaban a alguien!!! Por eso, cada vez me doy más cuenta que el "boca a boca" tiene más importancia de la que creemos.

Así que aquí estoy. Dispuesta a dar lo mejor de mí para durar el máximo tiempo posible y que la empresa se lleve un buen sabor de boca. Creo que estoy cualificada para este trabajo y pienso demostrarlo. Veremos  a ver qué pasa, independientemente de eso... ganas no faltan.

Y cambiando un poco (bastante) de tema reflexiono y hay cosas que no entiendo. Vamos a ver... si tú empiezas una relación de amistad con una chica, con la que te llevas súper bien, con la que hay supuestamente cariño,complicidad, comprensión, horas de charla, interés la una por la otra de su vida cotidiana, etc... ¿Por qué cuando eso se convierte en un "algo más" por su parte y sea por lo que sea NO puede ser cambia radicalmente de actitud contigo?

¿Por qué?

Entendería que si mi NO le doliese pudiese existir un alejamiento, pero ese alejamiento no implica un cambio de defensa, de pasotismo e incluso a veces de desprecio por su parte...

No lo entiendo. Ni alcanzo a entenderlo. Pero bueno, lo que sí sé es que tengo la conciencia bien tranquila y de momento, a día de hoy, eso no me lo va a quitar ni ella ni nadie. Pienso que si empieza una amistad, pase lo que pase prevaleve esa amistad por encima de todo si no pasa nada grave, pero al parecer hay gente que no lo ve así.

Ya aprendí una vez. Y lo que aprendí es la lección de que hay que ser sincera pase lo que pase. Y os aseguro que eso lo llevaré eternamente clavado en mi corazón y en mi mente. Porque al fin y al cabo la aprendí gracias a una persona que fue (y seguirá siendo) maravillosa.

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