En estos días en los que aunque optimista no puedo evitar sentirme algo rara por haber perdido la rutina laboral que tenía, siempre vienen bien los buenos amigos.
Estando yo esta tarde, tirada en el sofá después de comer con cierta opresión en el pecho y una dejadez absoluta, de repente : "pi, pi, piiiii" -mensaje en el móvil-
Era mi amigo "P", me decía que me fuese a cenar a su casa con él y su novia. Por un momento he dudado, más que nada porque cuando te sientes así realmente no te apetece hacer nada, pero finalmente y escribiendo mal y pronto he pensado: "¿Qué coño?" y he aceptado.
La parejita se ha currado la cena de lo lindo: gambones en salsa, pan de sandwich horneado y huntado de mermelada de oliva con queso fresco, delicias con mermelada de violetas, dátiles con bacon, ensalada de queso, aguacate, rúcula y pechuga de pollo empanado, vino francés, flan de chocolate y café de la Nesspreso... uhmmmmm!
Hemos hablado de muchas cosas, personales, de gente y ha sido una velada estupenda.
Y para terminar, me han adentrado en el mundo del Carcassonne, no sé si alguien lo conocerá, pero es un juego de mesa que mezcla estrategia y un poco de suerte. Yo no soy mucho de juegos y por tanto pensaba que no me gustaría, sin embargo y a pesar de haber quedado la última, me ha fascinado!!!
Así que a lo tonto a lo tonto nos han dado prácticamente las 3 de la mañana y bueno, he "matado" o más bien he "sanado" una noche que seguramente hubiese pasado en soledad pegada al televisor.
Qué grandes son estas noches improvidadas y qué maravilloso es tener amigos como ellos ;)
A veces la vida nos sorprende con estos pequeños momentos y detalles..Besos y feliz noche mágica
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