jueves, 12 de enero de 2012

Sin palabras

Hay cosas que te dejan sin palabras. Quizá por eso hoy seré breve y concisa.

Finales de 2011 nos dejó con un miembro menos de la familia. Sin embargo, principios de 2012 nos ha vuelto a igualar la cantidad, incluso me atrevería a decir que este aumento vale por dos, porque la ganancia ha sido como "más cercana" que la pérdida, porque no es lo mismo llorar de rabia o pena que de emoción, porque siempre es más sencillo dar la bienvenida a alguien que decir un "adiós".

He vivido una experiencia tan... tan... tan... intensa que... sólo espero regalaros algún día lo que me habéis hecho sentir a mí, sobre todo a ti, "brother"...

Y así, casi sin darme cuenta, tengo una "lovercita" (la llamaré así en honor a alguien que podría estar ahora compartiendo este estupendo momento conmigo pero que por mi inmadurez tuvo que escapar de mí) que voy a observar, cuidar, mimar y ver crecer el resto de mi vida.

Quizá debiese aprovechar el momento y crecer un pelín junto a ella...

Te quiero lovercita.

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