La juventud bebe para sociabilizarse. Eso es un hecho.
Pero… ¿Alguna vez os habéis parado a pensar en las comidas
(a modo de ritual) que nos marcamos a menudo?
Que si te juntas con la familia para celebrar la Navidad.
Que si cualquier sábado sales de cena con los amigos o te
vas un domingo a hacer una barbacoa.
Que si cenas de clase. Que si cenas de empresa. Que si
cumpleaños. Bautizos, comuniones, bodas, despedidas... Cualquier excusa es
buena.
Todo este tipo de reuniones giran en torno a una mesa repleta
de manjares. Y a través de la comida sociabilizamos también.
Llevo unos meses a dieta estricta a causa de mi enfermedad.
Estoy obteniendo (de momento, buenos resultados), pero me doy cuenta de que
muchas veces evito acudir a ciertas citas por no salirme del “menú” y
jorobarla. Y cuando voy, si es en un
restaurante, suelo pedirme algo tipo ensalada, o si en que casa de alguien
hasta tengo la fuerza de voluntad de llevarme mi Tupper. Y… ¡No sabéis lo
horroroso que resulta estar comiéndote un poco de merluza a la plancha y una
manzana, mientras los otros se ponen ciegos de colesterol y azúcares! Y ya no
es sólo la envidia o la gula del momento (porque en verdad no paso hambre)
viendo todos esos platos, es que socialmente hablando, en esos momentos te sientes
un bicho raro, que no puede hacer lo que los demás.
De ahí lo de “insociable sociabilidad”.
Necesito sociabilizarme pero a veces no puedo. Y cuando lo
hago, llego a casa con ganas de insociabilizarme por un tiempo.
Es el pez que se muerde la cola.
Pero es lo que hay.
Por cierto, este pasado sábado hice noche cinéfila sacando dos pelis del videoclub deprisa y corriendo porque cerraban.
- Por un lado "Bon appétit" de David Pinillos. Recomendable 90%. Lo mejor la BSO (tal y como ya me anunció mi "amor platónico" desde Ecuador, donde se encuentra por temas de trabajo) al anunciar los nombres en mi facebook justo antes de verlas.
- Por el otro "El niño pez" de Lucía Puenzo. Recomendable -90%. Infumable. Culebrón argentino llevado a la gran pantalla. Reconozco que la cogí sencillamente porque abordaba el tema lésbico. Ahora me arrepiento.
Y con esto y un bizcocho (bueno, en verdad una infusión), espero que vuestra entrada de semana vaya estupendamente.