Los días navideños están siendo como deben ser: tranquilos, con reuniones familiares, con algún que otro capricho gastronómico, siguiendo ciertas tradiciones, con muchas luces, algo de niebla, villancicos, recordando a quienes ya no están y sonriendo a los nuevos. En definitiva pequeñas cosas que te hacen grande o cuanto menos te ensanchan el corazón.
Ahora estamos muy cerca del fin (fin de año, que no fin del mundo ^^ ), y bueno, la gente en general se dedica a hacer algún que otro balance. Yo sencillamente diré que he tenido años mejores pero a su vez años peores. Y que estoy absolutamente preparada para lo que el 2013 me traiga con esta "mente fría" a la que le voy cogiendo el ritmo y que me ayuda a afrontar muchísimo mejor el día a día y a tener una actitud absoluta y radicalmente opuesta a la que tenía hace unas semanas. Y para los supersticiosos, decirles: ¿Ninguno de vosotros tiene 13 maravillosos primos? ¿Jamás habéis tenido 13 años? ¿Os han devuelto alguna vez 13 euros? Ahí queda eso...
Y retomando un poco lo de "mente fría", os comentaré que gracias a ella también me marcho. Sí, me marcho. Pero noooooo. Tranquilossssssss. No abandono el blog.
Normalmente para "Nochevieja", solemos juntarnos en casa de algún amig@, cenar, tomar la uvas y luego tomar unas copitas mientras compartimos algún juego o le damos al karaoke. Pero siempre aquí, en mi pueblo, probablemente limitándome muchísimo más de lo que realmente estoy limitada, escondida tras un miedo absurdo que me encierra en el que siempre he considerado mi "refugio", pero que sin embargo ahora veo que en ocasiones no ha sido mas que una triste cárcel construida por mí misma.
Así que esta Nochevieja va a ser diferente porque mañana domingo bien temprano parto rumbo a la Capital Condal con unos amigos y donde estaremos instalados hasta el día 2 en el adorable hogar de mi "amor platónico". Hace al menos año y medio que no viajo (bueno, si aquello se consideraron viajes ya que eran de trabajo y fugaces!!!), así que creo que es el momento ideal y... ¿Qué narices? ¡Me lo merezco!
Disfrutaré en la medida de lo posible de la Navidad en Barcelona y por supuestísimo aprovecharé al máximo la compañía de mis amigos. ¡Estoy ansiosa!
Así que desde aquí no puedo hacer otra cosa que desearos una feliz salida y entrada de año a tod@s. Yo no gozo de buena salud, ni tengo trabajo (lo que conlleva cierta inestabilidad económica), ni tengo amor (aunque ahora mismo con el de mi familia y mis verdaderos amigos me sobra), pero en correlación a lo que decía en mi anterior post: ¡Que siga la fiesta!
Yo os cuento a la vuelta. Mientras tanto os dejo esta canción resaltando la frase que dice: "y a ver si espabilamos los que estamos vivos".
¡Feliz 2013!
Un abrazo.
PD: Desde aquí me gustaría mandar muchos ánimos a mi amiga Elba, que está pasando un momento un tanto delicado y que a pesar de no ser bloguera, siempre intenta sacar algún que otro rato de vez en cuando para leerme.